lunes, 3 de octubre de 2016

ME SIENTO CREATIVO




    



    Esta sección publicará las creaciones de alumnos y profesores que quieran compartir con el resto de la Comunidad Escolar sus poesías, relatos, artículos...

 
 
 
MÁS NICOLE
 
 
Nicole Pallaria, de 1ºC  ESO, nos sorprende, una vez más, con cuatro nuevos poemas para poner nuestra sensibilidad a flor de piel. Cada palabra es un canto al amor y la pasión. ¡Enhorabuena,  Nicole, por tu talento!:
 
 
 
 



Copos de nieve en mi cabeza

Era serio, no sentía o eso parecía,
era tan misterioso, tan frío como  copos de nieve
en mi cabeza.

No hablaba, no se relacionaba, solo observaba y
comprendía todo. Como si no necesitara palabras para
entender. Pero tenía algo que me atraía, no sé si
eran sus ojos o el simple hecho de que fuera diferente.

Solo sé que mi amor por él era cálido, como rayos
de sol iluminando mi rostro.

Él era diferente o yo era muy común...



¿Y quién lo diría?

Él vivía con su sonrisa a ciegas,
yo con libros observando verdades.

Él vivía cada instante,
yo solo vivía, tan solo contemplaba como
hablaba, como movía aquellos labios rosados.

¿Y quién diría que me enamoraría?
Solo somos dos almas que quieren ser
amadas diferentes... pero iguales.

¿Y quién diría que se iría?
Que me dejaría para olvidarme... pero
yo sabía olvidar mejor..
 
 
 
 
 
 
QUIERO QUE ME ESCUCHES
 
 


     Quiero contarte algo... quiero que me escuches...
quiero decirte que...

     Todas las noches recuerdo tu risa, recuerdo tu forma
de acariciarme, aquella manera de abrazarme...

     Quiero que me escuches para que me entiendas,
quiero que entiendas que me dueles, que soy un desastre,
perdóname, que te necesito.

     Ya no te digo que quiero, sino que necesito que me
escuches, porque, si no lo haces, ya será tarde, ya me
habré ido y en mis planes no está volver.
  

    Y POR SI FUERA POCO...


        Te fuiste... y nunca lograré entender
por qué. No entiendo por qué te fuiste...

       Me dejaste sola en un sentimiento que no
entiendo..., te fuiste sin dudarlo, te fuiste y me
dejaste aquí.

       Pero ten presente que prometo asomarme a la
ventana y dejar de pensarte, prometo abandonarte
en un recuerdo vacío y oscuro en lo más profundo de
mi alma..., prometo que no solo te olvidaré...

       Olvidaré tus besos, tus caricias, tus ojos...
Olvidaré todo rastro de tu piel en la mía y, por si
fuera poco, olvidaré tu existencia.
 
 
 
 
MICRORRELATOS DE SAN VALENTÍN
 
 
 
 
     Qué mejor manera de celebrar San Valentín que escribiéndole al amor. Y esto es lo que han hecho algunos alumnos de 2º ESO mediante la creación de sus microrrelatos de San Valentín, que quieren compartir con todo el Centro. ¡Enhorabuena, chicos, por vuestro talento y fantasía!
 
 
 
 

     14 de febrero. San Valentín. Un día más, acudo a mi trabajo. Un mensaje de texto en mi móvil, me saca de mis pensamientos negativos. En él me dice: "Feliz día de San Valentín, hoy te sonreirá la suerte". Rechazo el mensaje, no puede ser para mí, estará equivocado. Llego a mi oficina y un corazón de pétalos rojos rodea todo mi escritorio. Vuelvo a sentir un olor que mantenía guardado en mis recuerdos. Un escalofrío lleno de emoción recorre mi espalda. Me doy la vuelta. Lo demás no lo recuerdo.
     Hoy, 14 de febrero, después de mucho tiempo, decido no ir al trabajo; puedo permitírmelo, soy la dueña de mi empresa. Necesito salir de la ciudad, huir. Me subo en un tren, sin rumbo fijo, mientras pienso en cómo he llegado a esta situación. Un hombre se sienta a mi lado y me ofrece una rosa roja. La acepto. Hacía mucho tiempo que nadie me hacía sonreír. Hoy, después de veinte años, amo la vida.

 
                                                                                                                      Andrea Rodríguez Busto 2ºC
 

 

      14 de febrero, un día de tantos en los que María regresaba a su casa agotada del trabajo. En el camino, se detuvo delante del centro comercial y multitud de personas esperaban largas colas para comprar su regalo. María los observó durante un instante; quiso entrar, pero el cansancio se lo impidió. Se sintió triste y siguió caminando hasta su casa. Al abrir la puerta, el aroma que se desprendía en su interior le hizo sentirse bien. Miró hacia la mesa, la cena le estaba esperando como todos los días. Su cara se iluminó, alguien salió a su encuentro. Se fundieron en un abrazo, la sensación de cansancio desapareció. Para ellos dos, todos los días era San Valentín.

                                                                                                                  Borja Villanueva Álvarez     2º B

 
 
 
 


     Su muerte fue ilusoria...su vida fue amena...y nuestro amor, desvanecido. Este día 14 de febrero, no estás. Llaman a la puerta, la abro, veo un regalo con una carta y leo lo que pone. Mis lágrimas escaparon, ya que nada sería igual...
     Solos… Tú y yo, un 14 de febrero. La noche se despedía de este mundo y nosotros nos alejábamos con ella. Veo salir un rayo de sol, pero no de esperanza. Te vas, y me dices esas dolorosas palabras.
     Un año más 14 de Febrero. Esperando y deseando ver esa luz en tus ojos, que durante el año no veo. No sé si lo quiero, no sé si lo deseo pero... ¡Es la ilusión de todo amor eterno! ¿Cuál fue mi sorpresa...? Que tus ojos me miran como todos los días; ahí descubrí que nuestro amor se desvanecía, y que amarte cada día sería como todos los días...

                                                                                                                         Erika Santomé Castillo 2ºC

 
 
 


     Un tal 14 de febrero te veo pasar tan lindo, con tus ojos color chocolate; me acerco a ti ,no puedo evitarlo. Mis ojos brillan al verte y pienso que este será el momento de decirte lo que siento. Pero luego me acuerdo de ella, su mejor amiga y mi enemiga, ¿qué pensará?, me dirá algo o nada…. Vuelvo a hundirme en el silencio. Se lo diré mañana.



                                                                                                                   Brenda Arias Dias 2ºD




 


     Febrero.
     Hoy he ido al asilo a ver a mi abuelo; al llegar al hall estaba todo decorado de corazones. ¡Tonto de mi!, no me di cuenta de que era San Valentín. Mi abuelo estaba sentado en una butaca con una rosa entre las manos. Al llegar a su altura nos abrazamos y me pidió que le hiciera un gran favor: llevarle a ver a mi abuela; "Pues vamos", le contesté. Entonces, nos vamos en coche a ver a la abuela Amparo; cuando llegamos a nuestro destino, mi abuelo se agacha sobre la lápida y pone su ramo de flores con una nota: “Con todo mi amor, Luís”.  Pienso para mí que el amor es inagotable

                                                                                                         Marcos García Navarro 2ºB

 
   
     Era un 14 de febrero. Amaneció con una gran nevada y la ciudad estaba incomunicada. Me sentí contenta y a la vez triste, porque estaba segura de que el cartero no podría llegar hasta mi casa para llevarme mi felicitación de San Valentín (si es que tenía alguna). Me sorprendió el sonido del timbre de la puerta, abrí y no había nadie, solo se veían huellas, y la nieve era de otro color. Entonces, subí a mi habitación y desde la ventana pude ver este mensaje escrito con un espray de un rojo intenso: "Feliz día de los enamorados, te quiero". Al lado de esta frase había un enorme corazón dibujado. ME SENTÍ MUY FELIZ.    


                                                                                                                           Marta Acebes Alonso 2ºD





      Despierto, ya con la idea de un día horrible. Hoy saldré a la calle y todos me mirarán durante un breve momento, antes de volver a mirar a su pareja. Yo sé que en esa mirada ven a una persona rara y solitaria sin remedio. Vuelvo a casa y desato mi rabia y tristeza contra el papel con un bolígrafo como arma, sin saber si homicida o suicida. Pero lo hago porque son lo único en lo que confío, ya que al escribir poemas y contarles mis más profundos secretos, es de los pocos momentos en los que no me siento como un imbécil. Ya escritos varios poemas, detengo mi escritura, sintiendo el timbre de mi puerta. Abro, sin esperar nada cómo lo que me ocurrió. La persona a la que amaba estaba delante de mí, y simplemente nos fundimos en un beso que no sé describir. Hoy soy feliz, solo porque jamás, ninguno de los dos olvidamos al otro.


                                                                                                                                Alberto Navarro García  2ºB






       14 de Febrero. Para ella siempre un día normal, como otro cualquiera. Odiaba ese día. Encendía el móvil y lo primero que veía eran fotos de parejas. Por eso ese día se desenganchaba de toda red social. Cuando le preguntaban, ella siempre respondía:
-¿Amor?¿Qué es eso?¿Se come?

      Quién sabe por qué lo odiaba tanto. Tal vez le abrían roto el corazón alguna vez; o tal vez sentía que a ella eso no le iba a pasar nunca. Pero este año fue diferente. El día de San Valentín seguía mirando las infinitas fotos de enamorados. Parecía que no le importaba tanto verlas. Quizás pensaba que nada es para siempre, que ahora son felices pero tarde o temprano se acabará, que donde hubo amor, a veces ni saludos quedan; o quizás se sienta mejor y haya cambiado de opinión y piense que algún día a ella le pasará eso. O, quizás, simplemente ha encontrado a la persona que le haga perder el norte. Quién sabe.
                                                                                                            Lucía Jiménez Pérez  2ºB

 
 


     Era un odio puro. Mucho rencor acumulado el uno hacia el otro, traiciones, mentiras...
Cada una de esas miradas que se daban transmitían puro dolor; esas noches en llanto por creerse un falso amor, o eso pensaban ellos, hasta que decidieron volverse a hablar tras meses separados; en ese beso, ese precioso beso el día de San Valentín a la luz de la luna, los dos se dieron cuenta de que no era un falso amor sino amor de verdad. "Siempre lo mejor está por venir",  recordaban los dos jóvenes cada día después del beso.
                                                                                        Nicole Pallaria Brea 1ºC
 
 
 
 
 
 
 
 
 
NICOLE PALLARIA  1º C

 
 
 
 
 

 
 
 
 
     Y cuando esté derrumbada, sola, triste...SONRÍE;
 
entonces yo, en ese instante, seré feliz.
 
En ese momento todo volverá a tener sentido en mi mundo,
 
mi mente estará en paz, mi llanto cesará, mi sonrisa
 
asomará entre mis labios, mi corazón latirá tan fuerte que
 
toda mi soledad se iluminará recordando tu voz, tu aroma
 
fluyendo por mis fosas nasales, el tacto de tu piel rozando la mía...
 
Cuando SONRÍAS, mis sueños cobrarán vida...
 
Porque con ese detalle, recordaré que LO MEJOR
 
ESTÁ POR VENIR y, entonces, solo entonces,
 
no me daré por vencida.







 
 
 





Dame una razón..., una razón
para amarte.

No me valen ni tus hermosos
ojos café, ni tu sonrisa perfecta,
ni tus esperanzas infinitas...

No quiero que me describas tu pelo
suave y sedoso, ni tus manos suaves,
ni tus palabras  bonitas...

Bueno... está bien... es que ya
te amo demasiado, por eso...
Solo te pido una razón para no amarte...

Y me besó... y entendí que nunca
existiría esa razón







Cada mañana despierto...
sin señales de tu amor....
Es como estar escondido
de algo inexplicable:
Esos sentimientos,
aquellos que sentía cuando me mirabas,
cuando nuestros labios se rozaban...
Pero me quedan las noches...
aunque por más que lo intento,
no puedo quererte...

Pero tengo 365 días para aprender...








Sí, lo admito... Éramos de
mundos divididos, pero ¡qué le iba a hacer yo?

Nuestro destino ya estaba escrito,
sus labios buscarían los míos, sus manos
buscarían mi cuerpo, su mirada
me observaría, su respiración se agitaría
con mi presencia... y yo... ¿yo que haría?
¿Qué haría yo? Si solo vivo de sus besos,
si con sentir sus caricias me estremezco,
si con un susurro me hacía volar,
si el brillo de sus ojos me hacía sentir tantas cosas,
si sentir sus suspiros me ayudaba a darme cuenta...

Cuenta de que algún día todo acabaría,
que me salvó de tantas cosas,
de que todo era un juego...
Un juego del que nosotros
seríamos las víctimas...







Puede que te acuerdes de aquella
tarde, si esa en la que te dije aquello...

Puede que te extrañe todo lo que
pasó entre nosotros... si todo...

Puede que ahora me quieras... Pero
¿Y qué pasa conmigo...? ¿Y si ya no
te amo...? ¿Y si todo lo que dije
en aquel momento, haya desaparecido...?

Pero... ¿Sabes qué? Un día derramé
una gota en el océano... el día que la encuentres
dejaré de amarte..

He derramado tantas lágrimas,
he escrito tantos textos con tu nombre,
he dedicado toda mi vida a hacerte
feliz, he perdido tantas sonrisas por ti.

Que ya no entiendo por qué sigo así,
no entiendo por qué me empeño en odiarte,
porque no sé ni cómo, ni cuándo, ni dónde...
no sé por qué nunca dejaré de amarte.



                                                








 
 
 


      PAZ
Fácil de pronunciar,
difícil de pensar.

      GUERRA
Fácil comentar,
difícil asimilar.

Te resulta fácil decir
pero difícil sentir.
Te resulta fácil hablar,
pero difícil actuar.


 




Quiero cambiar el mundo
Dormir un sueño profundo,
pues me parece feo.

Un mundo como este,
pensamos diferente,
y aunque nos cueste,
el mundo asiente.
 
Ponte en su lugar,
verás la triste realidad
de alguien sin hogar,
que pelea sin igualdad.

Quiero cambiar el mundo,
quiero ayudar,
mirar un segundo,
y reaccionar.


 
 
 
 
Aisha Crespo Bolívar. 2º ESO A




OIGO SUSURROS...





   Oigo sus susurros. Siempre se despierta antes que yo. Y nunca puede mantener la boca cerrada. Me doy la vuelta. Mi ignorancia pensaba que eso lograría pararlo. ¡JA! Eso nunca pasará.



   La criada de mi madre estará al llegar, diciendo con esa voz ronca y poco femenina: “Edward Mordrake, su madre le espera en el comedor para desayunar con usted”. ¿Por qué nunca entenderán que no aprecio sus esfuerzos por intentar hacerme feliz? Deberían aprender a asumir lo evidente; yo ya lo hice. Ningún médico conseguirá curarme del mal que tengo, venido del infierno. Estoy cosido a un demonio, porque estoy seguro de que es un demonio. Dice cosas, cosas inimaginables, espantosas. Este debe de ser el castigo por alguna maldad que cometieron mis antepasados (no muy queridos por el pueblo aquí en Darlington).

   Nunca salgo de casa, no me gusta que la gente le vea, y es bastante difícil ya que, aunque me ponga un sombrero, su espantosa cara sigue asomando pegada a la parte baja de mi nuca.    Los médicos no están seguros de lo que es, y la mayoría rehúsa venir a mi propiedad con tal de no encontrarse con “el monstruo”. Dicen que probablemente me muera si intentan extirparlo, pero mi madre se niega a perderme. Y como buena condesa de Darlington, nadie se atreve a desobedecerla. Mañana me reuniré con el Dr. Wilson. Me ha dado esperanzas.

   Ya está llorando. Si fuera una persona real estoy seguro de que estaría interno en un manicomio. Sufre cambios de ánimo repentinos. Tan pronto está llorando como riendo a carcajadas. Me incomoda. Aunque a las demás personas no les habla –se limita a seguirlas con la mirada y sonreírles-, a mí me cuenta sus planes. Quiere que mate a gente, gente inocente, empezando por mi madre. No me importaría deshacerme de ella, pero no soy capaz de jugar a ser Dios.

   Son las siete. Infinita oscuridad, o por lo menos suficiente para no ser visto. He de hablar con el Dr. Willson. Espero que él tenga una solución.

   Estoy deprimido. El famoso médico con el que se suponía que me tenía que reunir ayer, no resultó ser más que un estúpido vendedor que estaba de paso por la ciudad. Esta es la prueba de que está en boca de todos. Se debió de llevar un buen susto, ya que le di lo que quería. El demonio se encargó del resto.

   He decidido que no quiero vivir más. Intenté explicárselo a mi madre, pero no parece entenderlo. Le he dicho que solo había sido una recaída. Mentira. Esta vez lo tengo todo más claro. Si no es posible que él se vaya, tendremos que irnos los dos. Me duele la cabeza. Estos días ha estado muy pesado. Tiene más planes. Empieza a ser peligroso. Por eso mañana y no otro día. Basta. Basta de esconderme de las miradas acusadoras de la gente, que piensa que debería estar muerto: inconcebible para ellos permitir que alguien viva compartiendo cuerpo con un demonio. Y ahora inconcebible también para mí.

   No era la primera vez que los vecinos del pueblo realizaban revueltas, con hoces y antorchas. Pero ninguna como la de ayer. Me echan la culpa de todos sus males. Y me duele. Duele ver cómo la sociedad te rechaza. Cómo eres el centro de todas sus burlas. Cómo las madres amenazan a sus hijos con que si no se portan bien vendrá el demonio que vive en lo alto de la colina. Ilusos. No saben que si yo diera rienda suelta a mi ira, sus sufrimientos ni se acercarían a lo que ellos llaman dolor.

   Hace unos meses encontré una habitación con un gran balcón que da al jardín. Ya está todo listo. Puedo ver la luz que hay al final del camino. Cojo un pequeño banco de madera. El mismo que utilizó mi padre. Puede que si yo hubiera sido normal, no se hubiera marchado. Pero lo importante es que podré reunirme con él. Aprieto la soga. Tengo las manos sudorosas. No pensé que sería tan fácil.

   Mis pies ya no tocan el suelo…todo se vuelve negro.

 

LLARA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ. 4º ESO C









   Entierro. Eso es lo que hago. Muchos me consideran como una persona tenebrosa u oscura por dedicarme a esto. La verdad es que no se equivocan, porque lo soy, pero no por mi trabajo sino por lo que me gusta practicar cuando lo ejerzo.

   Saqueo. Eso es lo que hago. No por trabajo o por obligación, lo hago por placer. Comenzó por necesidad (o curiosidad tal vez, ya no lo recuedo). Ver a muertos más ricos que yo me resultaba injusto y pensé en tomar ese reloj, ese anillo o esa cartera de cuero refinado. La necesidad, decía. “Esta actividad no hace daño a nadie, al fin y al cabo van a descansar eternamente de una manera cómoda gracias a mí” me repetía continuamente para apartar la poca conciencia que me quedaba. Pero agarrar todos esos objetos no solo cumplía en ocasiones mis necesidades: me llenaba, me gustaba.

   Trajeron su cuerpo hace una semana, o eso creía, no lo toqué. Cuando mis débiles ojos se incrustaban en su forma, mis manos se tornaban frías y mis huesos perdían su movilidad. No podía hacer ni el amago de palparla. Su figura, que no se deterioraba pese al tiempo que llevaba durmiendo en mi local, me llamaba todas las noches a mirarla, a escudriñarla, a buscar en ella lo que a mi parecer nadie había encontrado. Esta vez no veía solo un objeto de valor colgado de un cuello o encajado en alguno de sus dedos. Las ideas galopaban en mi mente en justas en las que cuando una ganaba rápidamente la otra tumbaba su montura, no sabía qué excitaba mis sentidos al sentir su calor (extraño, pues estaba “muerta”) entrando por mis poros.

   Cerré las puertas de mi negocio, me encerré en él y en mí mismo. La vida como tal había escapado, y yo solo vivía para examinarla, para encontrar qué robar, no soportaba no ver nada que tomar. Mi cuerpo se descomponía, el suyo no; mis manos se volvieron torpes, las suyas estaban vivas;  mi espíritu se agotaba, el suyo no lo había conocido.

   ¿Era de día? ¿Era de noche? En el habitáculo siempre reinaba la oscuridad, siempre lúgubre, siempre vacío. Paré, levanté la mirada y lo supe: no había robado nada que le perteneciera, no había robado un objeto, no había robado algo de valor: había robado su corazón.

   Las llamas me invadieron y la oscuridad pasó de estar presente a invadirme por completo.

JAVIER DEL RÍO MATÉ. 4º ESO C



NO TE VAYAS

No me dejes

No te vayas

Te echaré de menos

Sé que es tarde

Que ya te vas

Que ya te perdí

Aisha Crespo Bolívar. 2º ESO A

   Querida infancia:

   Te escribo para que sepas que me va bien, todo está bien.

   He crecido y he cambiado, pero tus recuerdos aún los guardo.   Guardo aquellas ilusiones falsas que nos enseñabas para aprender que, a veces, nos mienten y nos lo pintan todo muy bonito, pero no lo es. También conservo aquella piedra del parque con la que siempre me tropezaba, ahora entiendo el porqué. ¿Te acuerdas de mis amigos? Sinceramente, yo no. Teníamos tantos que no nos dábamos cuenta de los verdaderos.

   En resumen: te echo de menos, echo de menos todo eso, pero… ya no puedo volver.

Aisha Crespo Bolívar. 2º ESO A

 



PEQUEÑAS PERSONAS

Abrir deseo este corazón
El que nunca ha sentido un sentimiento
Mas siquiera he pensado en ello
Con la simple idea de vivir.

Y puede que no sea tan malo
Como pequeñas personas me han hablado
Y muchas más me han contado
Que no hiciera mucho caso.

Encontrar a la persona perfecta
Es mi gran deseada aventura
Pues quiero probar el sabor
Del amor rojo a la sangre.

Cada latido de mi pecho
Cada paso de un interminable camino
La alegría que bombea mi aire
Los secretos que muchos revelarían

¿Sería esto verdad?
Una vida que la gente recordará
Y pocos tienen la suerte de reír
Pues muchos vivimos la realidad.

NATALIA CAJIAO  2º ESO A



OS ODIO

Tendré que ser sincera, porque no me gusta mentir: Os odio.
Os odio tanto que ni siquiera yo me lo creo,
tanto que ni yo lo llego a comprender.
Particularmente te odio a ti persona en la que confié por años.
Tú, persona que me apoyó en mis mayores aventuras.
Persona de la que me tuve que separar, porque, lo siento, pero yo no seré como tú. Yo algún día miraré atrás y no me arrepentiré de nada de lo que he hecho. Aunque pudiera volver atrás, no lo haría, porque yo he hecho las cosas lo mejor que he podido.
Si no te gustó mi forma de ser, lo lamento, así trato a la gente que odio.
Tú, compañero de viaje, persona que decía que odiaba al mundo.
¿Lo sigues creyendo?
Así es como te demuestro que sí te odié.
También odio a mis hermanos, mis padres, mis amigos... os odio a todos.
Os odio tanto que os dedico ese texto.

¿Seguís creyendo que os odio?

PAULA ÁLVAREZ. 2º ESO A

Esa chica


Esa chica que siempre parece estar contenta, aunque todo esté en su contra

Esa chica que te mira cuando no te das cuenta

Esa chica que sueña y acaba llorando

Esa chica que ríe, que está pensando cómo irse



Esa chica en la que nunca nadie pensó



Esa chica a la que parece que todo le sale bien, pero siempre se acaba cayendo



Esa chica que ya ni se fía de la gente que conoce



Esa chica que cree que todos pasan de ella, pero no es así



Esa chica que se odia a sí misma, pero que no va a cambiar



Esa chica que quiere estar jugando al escondite toda su vida



Esa chica, esa niña, esa adolescente



Esa de la que hablo...



                                           soy yo.


 XANA SECADES FERNÁNDEZ. 2º ESO A



Ya no estás
 

 Nunca te dije lo que sentía, y ahora es demasiado tarde.
Nunca me atreví a acercarme, y ahora ya no estás. 
Nunca supe mirarte, y ahora ya no puedo.

Ya no estás.

Nunca pensé que no estarías.
Nunca me imaginé que te marcharías.
Nunca imaginé lo que sería mi vida sin ti.

Pero ya no estás.

Ya no puedo decirte lo que pensaba.
Ya no puedo mirarte.
Ya no puedo hablarte.

¿Por qué no estás?

Por Xana Secades Fernández. 2º ESO A 


 


 
 
 









PAPEL 
Un insignificante papel.
¿Qué puede hacer?

Fácil.
Te hacen reír,
llorar,... 

Las cartas.
¿Qué seríamos sin ellas?
Un robot tal vez,
un ser inerte también.

Los sentimientos.
Esas cartas que te regalan sentimientos.
"Te echo de menos"
"Te quiero"
"Hasta pronto

Tristeza,
amor,
aquel hasta siempre.

Papeles
¿Qué puede hacer un insignificante papel?


 
Por Aisha Crespo Bolívar. 2º ESO A




 
 




 
 
 

SUEÑOS

Sueños de acero
Sueños de neón
Sueños rotos
Sueños perdidos
Sueños robados.

Sueños
La vida es sueño,
un sueño grande
que desaparece
hasta terminar...

Por Aisha Crespo Bolívar. 2º ESO A

 




 
 



 
 



     Ellos se conocieron hace años, pero por motivos se distanciaron. Cogieron dos caminos distintos, pensando que no se volverían a cruzar. Pero hoy es el día en el que se volverán a encontrar. 

     Los dos están nerviosos, pensando cómo le habrá ido la vida al otro. De lo que ya no se dan cuenta es de que ya no volverá a ser como antes. 

     Ella le estuvo esperando todos estos años; por el contrario, él siguió con su vida. 

     Cuando se  volvieron a mirar después de todos esos años, no fue lo mismo.

     Antes no podían aguantar sin reírse, no podían aguantar ni tres segundos mirándose sin ponerse rejos, y menos cruzar sus miradas como si nada. 

     Antes eran más que amigos, y ahora son... viejos conocidos. Pero aunque sus caminos se cruzaron, el resultado no fue el esperado. 

     Ella empezó otra vida nueva y él volvió a pensar en ella.



Por Xana Secades Fernández. 2º ESO A
 
 
 




 
 
 



   Ni en lo que llevo viendo el sol desde la primera vez que abrí los ojos, ni desde que mi cuerpo se llenó de aire en la primera respiración, nunca pensé que llegarías a ser tan importante en mi vida.

     Tú eres la persona que me dio la vida, la que ha estado a mi lado siempre, la que me cuida como a un tesoro, la que creció conmigo, la que me cura las heridas, la que me apoya en todo momento, la que me ayuda cada vez que no sé hacer deberes, la que me reñía por estar jugando cuando en realidad debería estar durmiendo, la que me da de comer, la que hace que ría cada día del año, la que me quiere con toda su alma.

     No le damos importancia, pero nuestras madres son lo mejor que podemos tener, son esenciales para sobrevivir en ese teatro al que llamamos "mundo".

     También nuestros padres son imprescindibles; los que trabajan día a día para poder tener un plato de comida sobre la mesa, cada vez que venimos de estudiar, y nos preguntan cómo nos fue el día, sin olvidar cuánto nos quieren.

     No olvidemos a los abuelos... ¡Ay, las abuelas! Las que hacen esas comidas  tan ricas que saben a cielo y que ni en el mejor restaurante del mundo es capaz de hacer. Y los abuelos, los cuales te enseñan trabajos de campo y nos cuentan todo lo que debían hacer cuando ellos tenían nuestra edad.



     No dejemos de lado a los hermanos, a los cuales solemos odiar, pero no nos damos cuenta de que son imprescindibles a la hora de ayudarte.



     No pensamos en ello, pero cada pedacito de nosotros lo ocupa cada miembro de nuestra familia, y hasta que no la perdemos, no nos damos cuenta de cuánto la necesitamos.



Por Natalia Cajiao Benítez. 2º ESO A




 
 
 









FUISTE MUCHO
 




Fuiste mucho, pero todo desapareció
como las cenizas en el aire.
Llegaste a mi corazón, y me dejaste tirada,
haciendo así que todo mi amor en odio se convirtió

Fuiste mucho, lo sé,
pero, igual que mis llantos, tú tardaste en olvidarme.
Por lo menos, sé que te importé,
o eso me hiciste creer.

Fuiste mucho, lo sé,
pero dalo por hecho,
no me dejaré secar,
no mereces mi odio,
pues no hay mejor desprecio que no hacer aprecio.



                                                          Por Nicole Pallaria. 1ºC ESO






















       Los alumnos de 1º B-C, para las celebraciones de  la Semana de difuntos, han hecho una colección de microrrelatos de terror. Os dejamos una presentación con dichos relatos ¡TERRORÍFICOS!: 










 





 
 





QUIERO
 
 



 
 



Quiero vivir la vida,
que no me pille la muerte,
dejar que todo fluya,
sonreír continuamente.

Quiero que la gente me oiga
gritar tonterías todo el rato,
soñar que soy la reina
de un cuento imaginario.

Vamos a cambiar el mundo,
atrapemos las oportunidades,
surcar los mares sin rumbo,
amor para que ames.

¿Qué pasa si fracasas?
Vuelve a intentarlo.
El tiempo pasa,
y no hay forma de compensarlo.

Quiero vivir la vida,
quiero bailar al viento,
quiero correr por la luna,
                             hasta que me quede sin aliento.                     



                                                                             Natalia Cajiao Benítez   2ºA
 
 


 
 
 
 




AMOR


 


Me equivoqué, sí,
fui muy tonto.                                                                    
                                                                       

Te decía que no,
pero, en realidad, era sí.

Decía que no porque
tenía miedo.

Miedo de enamorarme,
de tu sonrisa
tan bonita.

Tus ojos tan
preciosos,
en conclusión:
de tu todo.



                                    Jesús Álvarez Casado   2º D







LO SIENTO

 

Lo siento,
no quiero verte más.
Lo siento,
pero te has convertido en un número más.
Siento mucho que te hayas enamorado de mi lado
-amoroso, pero, a la vez, perverso-,
-odioso, pero...
cariñoso-.
De mis gustos y malos pensamientos.
Lo siento,
pero te enamoraste de la persona
que no debías.


 




                                                     Erika Santomé Castillo    2ºC ESO


 


 
 





LA NOTA DE ADIÓS

 


Un día, como otro cualquiera,
viniste al colegio
y nos contaste tus problemas.
Nos dijiste lo de tu doble personalidad
y nadie se lo creía.
Yo estaba allí.

Tenías miedo de hacernos daño,
de que él nos hiciese daño,
pero, cuando intenté pasar de todo,
era demasiado tarde:
habías desaparecido de nuestras vidas

Te encontraré y te abrazaré y te diré
todos los días
que serás el amor de mi vida.

Siempre, siempre, aunque me falte
el aliento, te diré con orgullo, aunque
la gente nos critique:
te amo, Freddy...
a ti y para siempre.


                                                                                              Erika Santomé Castillo    2ºC ESO
 
 



 
 
 
 
 
 











3 comentarios:

  1. Blogger María dijo...
    Quiero felicitar a todos los chicos que han escrito por su talento y su sensibilidad; y también por haber compartido con todos nosotros sus sentimientos, pues no debemos olvidar que la poesía nos desnuda por dentro, deja al descubierto nuestra más honda intimidad y, a veces, mostrarnos desnudos ante los demás, da pudor, duele.

    Un beso muy grande para todas!!!

    María(la profe de Lengua)

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  2. Quiero felicitar a Nicole Pallaria por sus maravillosos poemas. Es imposible leerlos y no emocionarse. Demuestra un talento inusual a tan corta edad.
    Nicole, en San Valentín contamos contigo para leernos algunos de estos hermosísimos poemas tuyos. Y, en cuanto tengas unos añitos más, el mundo entero temblará con tus poemas.

    Felicidades y muchísimos besos!!!

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  3. Me uno a las felicitaciones. En estos tiempos difíciles para la poesía, encontrar alumnas/os que jueguen con las palabras para crear belleza es un canto a la esperanza.
    Belén

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